jueves, 12 de marzo de 2015

Perdidos 'Dentro del laberinto'

Los años 80 son característicos por haber dado grandes joyas del cine. Muchas películas de culto, grandes clásicos, corresponden a esta época. Hoy me centraré en la obra Dentro del laberinto (1986). No sin antes nombrar algunos de estos títulos como La historia interminable (1984), La princesa prometida (1987), Los Goonies (1985), El nombre de la rosa (1986), Willow (1988), E.T (1982), Gremlins (1984)... Todas películas para ver y rever, que no cansan. Para tener en casa y poner cualquier finde, y la mayoría para todas las edades.



Bien, volviendo al tema, Dentro del laberinto explica la historia de una chica que, harta de hacer de canguro a su hermano, desea que los "gowlins", unos seres fantásticos, se lleven al niño. Como es de esperar, sucede. La joven, arrepentida, debe encontrar al niño e impedir que se convierta en "gowlin". Para ello tendrá que pasar por un gran laberinto, lleno de fantásticos y sorprendentes personajes, que le conduce a un castillo, donde esta el rey, interpretado por David Bowie. El susodicho monta locas fiestas con los "gowlins", que le rien todas las gracias atemorizados por su ira. La protagonista, una adolescente Jennifer Connelly,  no dudará en pasar esta aventura para rescatar a su hermanito. Está dirigida por el creador de Los Teleñecos (los gowlins tienen un aire a ellos), Jim Henson y el productor ejecutivo es George Lucas.



No desvelaré el final ni muchos detalles, porque lo bonito es ir viendo el viaje de la protagonista,  pero sí destacaré sin rebelar nada que el camino dentro del laberinto es muy divertido. Gusanos que hablan, un apestoso pantano, puertas que te ponen a prueba... Y mucho más. Dentro del laberinto es un canto a la amistad y a la generosidad, y permite al espectador despejarse, adentrarse en el mundo de la fantasía, viajar en el tiempo, reir y no pensar. Sin duda, una película de culto de los ochenta y un clásico para muchos.




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